La amenaza de los otros

No, señora comandante, no son sus recursos naturales, es la riqueza de los pueblos latinoamericanos (Gustavo Melella)

El tábano economista

Un considerable número de economistas descuidados intentan mantener un relato demostradamente absurdo: prefieren la inexistencia de una planificación industrial específica destinada a superar a otras naciones en la producción y hegemonía de un bien o una industria. La idea de preservar esta narrativa va directamente en contra de la planificación estatal de China (Estado versus mercado), la cual, a la vista de los logros de sus políticas de programación e intervención estatal, desafía al mercado.

El gobierno chino tomó medidas importantes para apoyar su naciente industria de tierras raras, entre otras industrias, a mediados de los ochenta, lo que llevó a que en la actualidad esa nación produzca el 68% de las tierras raras del mundo, y procese casi el 90% de ellas. Esta estadística llevó a que en una conversación con el tocayo tábano (Lic. Juan Valerdi), se preguntara qué tanto puede China amenazar a la economía mundial en la cadena de suministros de cualquier bien, y qué tanto el mundo puede desafiar el crecimiento de China cerrando la expansión de sus empresas en el exterior para extraer materias primas, abastecerse internamente o ser dominante en el mercado mundial.

La segunda parte de este razonamiento apunta a la dificultad de deshacer tratados o contratos existentes en el Sur Global sobre materias primas estratégicas con una de las potencias en disputa (China) por coerción económica de otra (EE.UU.). Veamos con más detalle esta idea. Imaginemos algo que está sucediendo en la actualidad, que el gobierno argentino es tentado por la embajada americana a finalizar o rescindir contratos vigentes con China para impedir cualquier participación/apropiación de materia prima. ¿Quién pagaría semejante estupidez? La discusión se llevaría al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), institución del Banco Mundial con sede en Washington, lo que dejaría el costo exclusivamente en Argentina.

En diciembre de 2021, la Comisión de Administración y Supervisión de Activos Estatales de China (SASAC) aprobó la creación del Grupo de Tierras Raras de China (China Rare Earth Group Co. Ltd). Esto implicó la fusión de tres de las “6 grandes” empresas estatales de tierras raras dominantes de China en un megaconglomerado. La empresa estatal tendrá un mayor poder de fijación de precios de tierras raras clave, lo que probablemente provocará cambios en la cadena de suministro mundial de tierras raras.

Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos esenciales para una variedad de productos de alta tecnología y equipos militares, entre otros. Si bien estos minerales son relativamente abundantes en la corteza terrestre, sus concentraciones explotables (extraíbles) son menos comunes que las de la mayoría de los demás productos minerales. Esto los convierte en un recurso nacional importante y con valor estratégico.

Son un recurso nacional importante y con valor estratégico, ya que son parte de una compleja cadena de valor global, pero para la idea que queremos transmitir, podría ser cualquier ejemplo, como la extraordinaria participación de mercado de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), cuya participación es del 50% de la fabricación mundial de semiconductores. En los últimos años, la demanda interna china ha comenzado a superar la oferta debido a la expansión de los mercados de vehículos electrónicos y energías renovables, por lo que expandir la inversión y la explotación en otros países es central. Es decir, China importa hoy el 31.5% de diferentes países, ya sea para consumirlo o procesarlo.

Participación en la producción mundial de tierras rara 2023

China ha prohibido la exportación de tecnologías de procesamiento de tierras raras y ha impuesto cupos a las exportaciones. La fuerte posición de China refleja décadas de políticas regulatorias a través de las cuales su gobierno priorizó el desarrollo del ecosistema de tierras raras, declarándolas un recurso estratégico y prohibiendo la inversión extranjera en el sector. La creación de Rare Earth Group es el resultado de la fusión de tres grandes conglomerados mineros y dos institutos de investigación, lo que lo vuelve central.

El mundo, pero particularmente Estados Unidos, está expuesto a las restricciones de procesamiento de tierras raras dado que China separa el 90,0% de ellas. Estados Unidos ha sido consciente de esta vulnerabilidad, pero sólo ha actuado de manera significativa al respecto en los últimos años, a través de decisiones de financiación que veremos a continuación. Las tierras raras afectan especialmente a la defensa. El Servicio de Investigación del Congreso informó que cada avión de combate F-35 Lightning requiere aproximadamente 417 kilos de tierras raras, mientras que cada buque de guerra destructor DDG-51 Aegis requeriría alrededor de 2.340 kilos.

Actualmente, el único productor de Estados Unidos es MP Materials (propiedad de Vanguad, BlackRock, State Street Corporation, entre otros) que fabrica imanes en sus nuevas instalaciones en Fort Worth, Texas, y envía las 42.000 toneladas del concentrado que produce a China para su posterior procesamiento. Debido al informe titulado Restablecer, prevenir, construir: una estrategia para ganar la competencia económica de Estados Unidos con el Partido Comunista Chino, del Comité Selecto sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista Chino, que se publica a partir de noviembre del 2020, hay unos 200 mil millones de dólares destinados al financiamiento en la Ley de Producción de Defensa para desarrollar capacidades de separación nacional de tierras raras ligeras, una instalación de separación y procesamiento a gran escala de tierras raras pesadas y una operación de cadena de valor completa, desde la extracción hasta la fabricación de imanes en una sola instalación.

Hay importantes reservas globales de tierras raras fuera de China, incluido el 19% en Vietnam, el 18% en Brasil, el 6% en India y el 4% en Australia, lo que equivale a casi la mitad del suministro mundial. Si se aprieta a los países, quizás se pueda recomponer la perdida de iniciativa, pero hay poca inversión. Mientras que la inversión directa en el exterior de China alcanzó los 147.900 millones de dólares estadounidenses y las empresas chinas anunciaron un valor total de fusiones y adquisiciones en el extranjero de 39.800 millones de dólares. Las empresas chinas tienen fuertes incentivos para “salir” a explorar el mercado global, en gran parte por las necesidades que explicamos antes, pero es un canal importante para asegurar el acceso a recursos, mercados y rutas comerciales. 

En 2016, una serie de pedidos de exploración y monitoreo del subsuelo sudamericano arrojaron un resultado inesperado: Argentina es otro de los pocos países que cuentan con reservas de estos productos. Y, de avanzar con su explotación, podría transformarse en otro referente de esta riqueza económica a nivel mundial. El principio fue el litio, a poco de descubrirse su amplia presencia en los salares de provincias como Salta, Jujuy y Catamarca, razón por la que la Argentina ascendió rápidamente al escalón de tercer productor mundial; ahora la novedad son las tierras raras. Entre 2018 y 2023, Argentina, Bolivia y Chile recibieron mayor inversión china, indicó el Latin American Center, del centro de estudios estadounidense Atlantic Council, en una serie de infografías.

Como China necesita expandir su producción, invierte en diferentes lugares del mundo y la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson, expone las amenazas y daños que EE.UU. considera que China está generando en Latinoamérica en materia de medio ambiente, ciberseguridad y desestabilización política y apropiación de materia primas. Desde las estrategias de Seguridad Nacional y de Defensa Nacional de Estados Unidos, así como en el teatro de Operaciones del Comando Sur 2018-2028, se considera como una ‘amenaza’ la presencia china y rusa en la región latinoamericano-caribeña.

Según un informe del Foro Económico Mundial, China es el principal socio de Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay, y el segundo socio de México. Los principales países que reciben inversiones chinas son Venezuela, Brasil, Argentina, Ecuador y Bolivia y los sectores dominantes de la inversión son energía, infraestructura, minería y ‘otros’, sin especificar. Estas inversiones se hacen mediante el Banco de Desarrollo de China, que ha invertido miles de millones de dólares.

Un gobierno débil, sin plan de desarrollo económico y endeudado en moneda diferente de la de su país, es fácil presa de la intimidación para apoderarse de lo que tienen en su suelo, la regla de oro de Maquiavelo: "el que gobierna obtendrá el oro"Las relaciones internacionales se enmarcan en un mundo de tensión donde para los poderosos están disponibles la protección legal de la propiedad y los contratos ejecutables. Es fácil hacer cumplir los contratos en las relaciones internacionales porque existe un poder supranacional capaz de hacer que los Estados poderosos hagan rendir cuentas a los más débiles u obligarlos a perder su autonomía. Las reglas del comercio multilateral imponen restricciones si las superpotencias las respaldan, y el sistema puede imponer costos a aquellos países que las infrinjan.

Sin embargo, EE.UU. debe hacer creíble la amenaza de coerción económica y su voluntad de llevarla a cabo y en el caso argentino no ha sido necesario desplegarla. El FMI se ha encargado de derrotar a los gobiernos que negociaron con él y el actual gobierno es de grupos económicos que quieren hacer negocios, no desarrollar al país, por lo que los intereses del Comando Sur de Estados Unidos son los mismo que los de ellos. Amenazar con romper contratos, violarlos o no respetarlos. La frase «utilice estas estrategias bajo su propio riesgo» es una advertencia común en muchos libros, artículos y recursos que ofrecen consejos de estrategias, aunque en este caso, no hay riesgos. China puede molestar mucho al mundo y EE.UU. a los países que le faciliten las cosas a China también, un final poco feliz.